
Momentos de tensión se vivieron anoche en la entrada al Anexo 1072 del complejo correccional de Bayamón, donde hubo disparos y una persecución que culminó en el arresto de un guardia penal que huyó cuando sus compañeros lo detuvieron después de que un perro olfateador marcara su vehículo como positivo a drogas.
Los informes de la Policía sobre el hecho señalan que los guardias penales Ángel Carrión y Edwin Martí utilizaban un perro olfateador de la Unidad K-9 y a eso de las 8:30 de la noche el can marcó el Toyota Corolla color rojo que conducía el guardia correccional Daniel J. Muriel Rivera, de 32 años de edad, quien entraba a su turno de trabajo.
Muriel Rivera, vecino de Río Grande, se detuvo. Sus compañeros le pidieron que firmara un relevo para registrar el vehículo y lejos de hacerlo empujó a uno de los guardias penales que lo habían detenido.
Según los informes policiales, Muriel Rivera abordó el vehículo e intentó atropellar a sus compañeros, quienes realizaron varios disparos, impactando el Toyota.
Aparentemente, Muriel Rivera también les disparó y para salir del complejo carcelario embistió con su automóvil un portón de alambre eslabonado.
Se emitió una alerta a la Policía de Bayamón, San Juan y Carolina y comenzó una persecución del guardia penal que culminó minutos después en la intersección de las carreteras PR-2 y PR-167, donde Muriel Rivera fue arrestado. El automóvil fue ocupado y en la mañana de hoy se procurará inspeccionarlo mediante una orden de allanamiento.