
El problema con las pitones reticuladas en Puerto Rico ha ido en aumento desde hace un tiempo y las autoridades parecen no poder controlar la presencia de estas especies invasoras… ni tampoco los incidentes que pueden causar.
Esto habría quedado en evidencia ayer, cuando el joven José Morales, conocido en redes sociales como Gongo Fishing PR, dio a conocer que una de estas culebras presuntamente se comió un can de solo 10 meses de nacido.
Según relató en una publicación, el caso ocurrió en Naranjito.
“Bueno, mi gente, yo voy a ser bien realista. Defiendo las culebras hasta la muerte, pero esto está ya un poco fuera de control. Este caso fue en Naranjito, en la cual una culebra de 16 pies se comió un perro raza Pastor Alemán de 10 meses”, detalló Morales junto a una foto del animal.
Un vídeo del animal muerto, junto a la pitón, también fue publicado.
En junio del 2024, la exsecretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega, había autorizado la caza sin restricciones de cinco especies de serpientes que representan una amenaza para la fauna nativa y el hábitat de Puerto Rico. La orden administrativa 2024-05, emitida el pasado 17 de junio y que entraría en vigor 30 días después de su firma, respondía a las constantes capturas, avistamientos e incidentes de ciudadanos y sus animales con estas culebras que han invadido el país.
De acuerdo con la orden, las especies de serpientes que se podían cazar son las pitones reticuladas, pitones reales, boas constrictoras, culebra de espalda rayada y culebra jarretera. Sin embargo, la reticulada, constrictora y la espalda rayada fueron las únicas tipificadas como «especies invasoras dañinas y peligrosas».
Las pitones reales y la jarretera no fueron descritas como tal porque, según DRNA, «no hay evidencia, hasta el momento, de que se estén reproduciendo».