El engendro maligno de Fidel Castro no fue estratega ni líder: Los independentistas lo veneran

El engendro maligno de Fidel Castro no fue estratega ni líder, aunque muchos se empeñen en considerarlo «uno de los más grandes del siglo XX».

Diego Maradona mostrando el tatuaje de Fidel Castro a Fidel Castro. De paso dijo que Fidel Castro era como un segundo padre. Casualmente ambos fallecieron el 25 de noviembre. (Foto de archivo)
Donde único ese esperpento fue grande es en la maldad, la sangre fría y la destrucción de los cubanos y del país. Y en ser uno de los hijos de puta más consumados del continente, sino el peor. Ahí no lo dudo.

Lo que más caracterizaba a Fidel Castro era su ansia de protagonismo y de figurín de carnaval.

Se apropiaba de las ideas y los planes de los demás como si fueran suyos, y tenía un temor inmenso de que alguien lo contradijera y, en ese proceso, que se volviera más popular. Sacó del medio a cuanta persona, amiga o enemiga, se atreviera a alzar su voz o disentir o proponer algo diferente.

En el Moncada, no disparó y la prueba de parafina así lo demostró. En la Sierra Maestra, le tenía pavor a la aviación, como contara Huber Matos y otros rebeldes que estuvieron a su lado y terminaron encarcelados o fusilados.

Fernando Marti besando nalgas en Cuba(Foto Twitter)
Sacó de juego a Camilo Cienfuegos, otro sanguinario popular con gran carisma entre la gente, que apoyó los fusilamientos iniciales ordenados por Castro. Sacó de juego al maloliente del Che, que se volvió, incluso con su consentimiento, un gatillo alegre por todo el mundo.

Foto del Che Guevara enviado al exilio por Fidel

No hay dudas de que en su aventura en Bolivia lo que más deseó Fidel Castro era dejarlo a su suerte y que lo eliminaran. Así, por increíble que parezca, podía asirse a un mito y construir un legado ideológico del que se estuvo beneficiando políticamente.

No hubo colaborador cercano que pudiese afirmar otra cosa o pronunciarse sobre algo diferente a lo ideado, o imaginado, por Fidel Castro.

En Bahía de Cochinos, si el cobarde de Kennedy no hubiera traicionado a los cubanos y les hubiera mandado el apoyo aéreo prometido, y si el Presidente no hubiese cambiado el punto de desembarco de Trinidad a Matanzas, la historia habría tomado otro rumbo y hoy no tendríamos siquiera que criticar la fotico de pasarela del engendro maligno tirándose de un tanque con un séquito de fotografos en la distancia inmediata intentando sacar la pose perfecta para la historia.

ORESTES LORENZO, el piloto que escapó de la dictadura y luego regresó en un avión a rescatar a su familia, desafiando al régimen y burlándose del engendro de Fidel Castro.

Cuando la guerra innecesaria de Angola, se filmó en un salón con un puntero y un mapa de toda África, supuestamente dirigiendo las operaciones en el terreno desde un cuartico con aire acondicionado. Ese tupe no lo sacan ni en la parte más inverosímil de Rápido y Furioso. Su vida siempre fue una mentira en la parte militar.

De los más de 600 intentos de asesinato contra su persona, que los acólitos idiotas se empeñan en realzar como una hazaña, solo se han contabilizado 167. Y aquí todo el mundo sabe que si Estados Unidos hubiese estado interesado en sacarlo del juego, lo habría hecho sin problema.

Todo el desastre agrícola, productivo, industrial, social, médico, moral y familiar de Cuba fue provocado ampliamente por Fidel Castro.

Y no, una vez más, José Martí no fue el autor intelectual del Moncada ni un carajo. Uds. lo han cogido para su chanchucho a conveniencia, suprimiendo frases, adaptando otras, dejando fuera las referencias del Ápostol en contra de las dictaduras, de los regímenes tiránicos, del socialismo, de la perpetuidad en el poder.

El Moncada fue un acto terrorista en contra de una institución militar legal. Y durante toda la vida del M-26-7, fue ese cuartel y el otro ubicado en Bayamo, llamado Carlos Manuel de Céspedes, el único blanco militar al que algunos se atrevieron a asaltar.

Todas las demás acciones terroristas y delincuenciales llevadas a cabo por los bandidos de ese movimiento, con el consentimiento y la aprobación de Castro, fueron hacia instituciones civiles, hacia comercios privados, hacia locales de personas inocentes, provocando heridos, muertos y mutilaciones.

Desgraciadamente, con su muerte no llegó la paz, ni llegará el perdón ni la reconciliación. Quedan muchas heridas abiertas, dentro y fuera de Cuba.

El asesino subiendo a un helipuerto le tenía terror a viajar por aire. ( Foto Tomada de Twitter)

Es que ni siquiera es odio, aunque lo hay, sino la impotencia de haber sido sometido en contra de tu voluntad a los designios de este psicópata a través de su ejército de parásitos acólitos y serpientes venenosas, capaces de traicionar o delatar a otro cubano al que le iba mejor, solo para verlo destruido, en el piso, sufriendo, a la par de quien lo jodió en vida, mientras el Caga-andante en Jefe se daba su gran lujo rodeado de los placeres por los que te metía preso o humillaba sin cesar.

Por: Cuba con H de ortografía