
El padre y el abuelo de una niña de tres años, que el pasado 15 de abril le dieron muerte a tiros al padrastro de la menor, un joven de 25 años y que portaba ilegalmente una pistola alterada para disparar de forma automática, actuaron en defensa propia, según concluyó la Fiscalía de Ponce después de dos meses de investigación.
Los autores de la muerte, ambos con licencia de portación de armas, habían mantenido una buena relación con el padrastro. Sin embargo, en la noche en que se celebraba el cumpleaños de la niña en el gazebo de una urbanización en este municipio, el padrastro Francisco Emanuel Seda Rodríguez, llegó a la fiesta acompañado de una joven. Su pareja de 25 años, quien está en el quinto mes de embarazo, se habría disgustado.
Surgió una discusión y según las grabaciones realizadas por asistentes del festejo, Seda Rodríguez, quien tenía casos por escalamiento, tentativa de asesinato y quien estaba próximo a comaparecer a una vista preliminar de un caso de violencia de género, se enfrascó en una discusión con el padre y abuelo de la niña.
El joven, que era vecino de la Playa de Ponce,sacó una pistola para alegadamente disparar a los que discutían con él.
Ante esto, el padre de la cumpleañera, que tiene 24 años y el abuelo de 44 años, sacaron sus armas que portaban legalmente, y le dispararon matándolo en el acto.
En la escena se levantaron alrededor de 12 casquillos de bala.
El agente Carlos García, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Ponce y la fiscal Anette Esteves realizan la investigación.