ICE
Federales detallan sobre un taller clandestino para ensamblar y modificar armas de fuego en Cataño
Además, de los teléfonos extrajeron información de aplicaciones de mensajería o chats en los que “aparentemente discute la disponibilidad y venta de armas de fuego, municiones y cargadores”, indicó el oficial en la querella federal.

Agentes federales divulgaron el martes fotos del interior de un taller clandestino de armas de fuego que fue intervenido por la Policía en el barrio Cucharilla de Cataño.
La imágenes figuran en una denuncia federal contra un hombre sospechoso de operar un taller clandestino para ensamblar y modificar ilegalmente armas de fuego para que dispararan de forma automática.
El acusado fue identificado como Luis Marrero Pérez, según la denuncia presentada el martes en el tribunal federal por un agente de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés).
Las autoridades llegaron a Marrero Pérez en agosto del año pasado después de que una confidencia obtenida por agentes de la Policía apuntó a que el individuo vivía en el residencial Juana Matos de Cataño y que era empleado de una armería.
Según la denuncia, la confidencia indicó que Marrero Pérez, alias “Camper”, tiene “una máquina que usa para fabricar armas de fuego, que luego distribuye ilegalmente, en una casa en el área de Cucharillas de Cataño”. La investigación luego arrojó que realmente las ensamblaba y modificaba.
La confidencia fue corroborada durante vigilancias que llevaron a cabo oficiales de la Policía en el mes de agosto, cuando fue visto con “municiones, sustancias controladas y armas de fuego”.
Luego, durante un allanamiento en su vivienda, la Policía encontró tres teléfonos celulares que luego pasaron a custodia de HSI.
El mismo día allanaron la “casa de madera” donde “se creía que es la localización de la fábrica de armas”. La denuncia indica que en el lugar no encontraron armas de fuego, pero los agentes descubrieron que había una “estructura abandonada adyacente” a la casa.
Allí encontraron “varias armas de fuego”, así como un “Glock chip”, maquinaria, herramientas, municiones y “partes de armas de fuego”. La querella federal destaca que entre las “partes” figuraban “una gran cantidad de marcos de armas” o “gun frames”, y cargadores.
“Además, en la estructura los agentes encontraron una tarjeta de identificación de la ‘Armería Lone Star’ con una foto de Marrero y el nombre Luis Marrero”, reza la denuncia.
“Registros verificados demuestran que Marrero ha sido dueño de más de 30 armas de fuego y ha comprado miles de municiones. Frecuentemente compra más de 1,000 balas a la vez”, agregó.
Mientras, en los teléfonos celulares encontraron “varios vídeos de una variedad de armas (pistolas y rifles) siendo disparadas adentro de un barril color azul en la estructura” de madera, detalla la denuncia federal.
“Los vídeos incluyen armas semiautomáticas, así como armas completamente automáticas. En algunos vídeos, parte del rostro de Marrero se puede ver al disparar algunas armas, incluyendo armas automáticas”, añadió.
El documento explica que algunos de las imágenes fueron captadas en los meses de enero, marzo, abril y mayo de 2022.
Además, de los teléfonos extrajeron información de aplicaciones de mensajería o chats en los que “aparentemente discute la disponibilidad y venta de armas de fuego, municiones y cargadores”, indicó el oficial en la querella federal.
En el intercambio de mensajes, un sujeto pide dos cajas de balas nueve milímetros y dos magazines del mismo calibre con capacidad para 22 balas. Marrero le informó que el precio era $80 por cada cargador y $35 por la caja de municiones.
Asimismo, el sujeto le indicó a Marrero que le enviarían una “19 5ta”, en referencia a una pistola Glock 19, de quinta generación, para que Marrero “pueda hacerla rápida (término en jerga para convertir un arma en una ametralladora)” y Marrero le indicó qué día estaba libre para hacer el trabajo”.
Tras su comparecencia inicial, Marrero Pérez fue ingresado en prisión federal hasta su juicio.
Marrero Pérez había sido arrestado inicialmente por agentes del Negociado de Drogas, quienes ocuparon cuatro rifles, tres pistolas semiautomáticas, municiones para rifles, pistolas y escopetas, al menos ocho cargadores, aproximadamente medio kilo de cocaína y $127,000 en efectivo. En la misma intervención, la Policía arrestó a otras cuatro personas.
El comandante del Negociado de Drogas, Wilson Lebrón, explicó que Marrero Pérez podía hacer realizar mucho más que solamente modificar armas de fuego.
“Las podía fabricar o ensamblar desde cero. Con las piezas y las herramientas que estaban allí, podía montar armas nuevas para vender en el bajo mundo”, afirmó.
Debe estar conectado para enviar un comentario.