
Sandra Zaiter murió la tarde de ayer a los 79 años. La animadora de programas infantiles, cantante, compositora, escritora, músico y pedagoga se encontraba recluida en un hospital del área metropolitana, según confirmó una fuente cercana a la artista.
Zaiter ha sido una de las figuras más queridas de la televisión puertorriqueña y destacó por su labor social y educativa durante toda una vida. A esta tierra, llegó de niña con sus padres procedentes de República Dominicana, país donde nació de un padre libanés y una madre de raíces italianas.
Su primer llamado profesional fue el magisterio y ya, desde los 19 años, sin haber terminado su bachillerato en Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico, se desempeñaba como maestra.
Una carrera como pocas
Su incursión en la televisión fue por casualidad. Ocurrió cuando le ofrecieron sustituir a Rita Aragón, hija de Emilio Aragón, mejor conocido como Miliki, en el programa infantil Telecómicas.
Luego le llegó la oportunidad de fungir como maestra del programa educativo “Romper Room”, una producción de origen estadounidense.
Más adelante estuvo al frente del programa “Sandra en Rikalandia”, que emitía Rikavisión (Canal 7), junto al titiritero Filipo Tirado en el papel de “El Profe”.
Muchos piensan que de no ser por el accidente que sufrió en la isla de Icacos el 13 de septiembre de 1975, hubiese podido alcanzar fama internacional.
Ese día, Sandra compartía de un día de playa y antes de partir decidió darse “el último chapuzón”, con la mala fortuna de que la marea bajó y estrelló su cuerpo contra las rocas, rompiendo su cervical y quedando en estado cuadrapléjico. A pesar de este evento, su genio, energía y fortaleza de espíritu le permitieron seguir adelante.
“Siempre he sido maestra, esa es mi vocación, ese ha sido mi propósito en la vida y tuve el privilegio inmenso de serlo a través de la televisión con un micrófono y una cámara en un pequeño estudio. El mensaje llegaba a miles de familias. Tuve el privilegio de que los padres me confiaban a sus hijos a través de la televisión”, comentó en una ocasión a un medio de prensa escrita.
Conocida por los niños como “Titi Sandra”, nunca tuvo hijos propios. Con la ruptura de las vértebras, sus aspiraciones de un día convertirse en madre también desaparecieron por obligación. Posteriormente compensó con el amor que recibió de niños de varias generaciones de puertorriqueños. También fue amada por sus mascotas, aves y gatos que compartían por igual su falda, sus caricias y sus cuidados.
Posterior al accidente en Icacos, los seis meses que “Titi Sandra” estuvo en un tratamiento de rehabilitación en Nueva York fue sustituida por muchos artistas como las hermanas Lissette y Olguita Ávarez, Tony Croatto, Glorivee y Raquel Montero, que se dieron a la tarea de mantener el proyecto vigente.
A Sandra, una mujer guapa, alta, siempre sonriente, le encantaba bailar y brincar con los niños que asistían a su programa en Rikavisión, Canal 7, al ritmo de canciones de su autoría que también interpretaba. Tras la rehabilitación, regresó al programa, pero sin sus pequeñines, pues ya no los podía atender desde una silla de ruedas.