FBI
Eligen a la primera mujer negra para integrar el equipo SWAT y está en Puerto Rico
La agente Tai, durante uno de los entrenamientos para el equipo SWAT. Foto: Suministrada por el FBI. Se llama Tai, tiene 32 años y tras un arduo entrenamiento de 10 semanas acaba de ser elegida como la primera mujer negra en formar parte del equipo de élite SWAT. Y se encuentra destacada en Puerto Rico. […]

La agente Tai, durante uno de los entrenamientos para el equipo SWAT. Foto: Suministrada por el FBI.
Se llama Tai, tiene 32 años y tras un arduo entrenamiento de 10 semanas acaba de ser elegida como la primera mujer negra en formar parte del equipo de élite SWAT. Y se encuentra destacada en Puerto Rico.
El Negociado de Investigaciones Federales (FBI, en inglés) acaba de anunciar que Tai, una agente que se dedica a investigar casos de corrupción en la Isla, logró cualificar para ser parte de SWAT luego de un duro entrenamiento físico y mental en las afueras de San Juan.
Tai cuyo apellido se desconoce participó de la Escuela de Entrenamiento de Nuevos Operadores, (NOTS, en inglés), “un campo de pruebas de 10 semanas para los seleccionados para el equipo SWAT de la División de San Juan, que es uno de los equipos más activos de las 56 oficinas de campo del FBI”, según el Negociado.
Tai entra en una sala durante el entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo en la Escuela de Entrenamiento de Nuevos Operadores de SWAT en San Juan en mayo de 2021. Foto: Suministrada por el FBI.
Tai y otros cuatro agentes especiales se dedicaron a practicar, perfeccionar y repetir una y otra vez cómo realizar una incursión en casos de rehenes y criminales violentos que son en los que suele intervenir SWAT.
Según informó el FBI, “se cree que [Tai] es la primera mujer afroamericana en la historia del FBI en ser seleccionada para un equipo SWAT”, lo que significa un hito.
«Soy una de esas personas que tienen una tarea a mano y se concentran en ella», dijo Tai, en una entrevista para el FBI.
Tai comenzó su carrera en las Fuerzas de Seguridad hace cuatro años cuando se sumó al FBI. Además de miembro de SWAT, la mujer también es soldado de la Reserva del Ejército de Estados Unidos.
La agente Tai completa un cargador durante la Escuela de Entrenamiento de Nuevos Operadores SWAT. Foto: Suministrada por el FBI.
Inspirada por la masacre de Pulse en Orlando, en la que murieron 49 personas, entre ellas 23 tenían ascendencia boricua, la agente ha pasado su carrera en Puerto Rico trabajando en casos de corrupción que involucraron a funcionarios no electos, según informó el Negociado.
Antes de entrar en el FBI, fue ayudante durante cinco años en la oficina del sheriff del condado de Orange, en Orlando.
Fue justamente allí, rodeada por la diáspora puertorriqueña, que se sintió atraída por el equipo SWAT del FBI después de ver la respuesta de esa agencia al tiroteo en Pulse.
Presentó su solicitud de ingreso y tras pasar por el programa Nuevos Agentes en Formación (NAT, en inglés), fue asignada a la Oficina de Campo de San Juan en 2017.
Casi cuatro años después, Tai tuvo que volver a dar otra prueba para demostrar que podía ser capaz de formar parte de SWAT o el equipo de Special Weapons And Tactics (Armas y Tácticas Especiales).
Durante 10 semanas y bajo el caluroso sol del verano boricua, la mujer se puso su chaleco táctico, participó de simulacros, disparó sus armas y probó que podía ser parte de las operaciones de campo y manejar situaciones extremas de estrés.
Luego de aprobar el programa NOTS, los novatos prestan servicio en los equipos SWAT de su división, aunque durante un tiempo no participan de operaciones en las calles, como hacer incursiones en viviendas.
Tras un período de prueba, los nuevos miembros del equipo deben ser enviados a realizar un curso básico de SWAT en la Academia de Entrenamiento del FBI en Virginia para obtener la certificación completa, y volver a pasar por un nuevo periodo de prueba que puede durar entre seis y 18 meses.
«El entrenamiento está estandarizado para asegurarse de que todo el mundo está en la misma línea de base, que todos estamos haciendo lo mismo», explicó el agente especial Owen Reese que dirige el curso de formación.
Aunque Tai aún no sabe si logrará la certificación completa de SWAT, sabe que podría inspirar a otras mujeres a seguir sus pasos tras convertirse en la primera agente femenina negra seleccionada para este equipo de élite.
«Con suerte, alguien verá que fui capaz de hacerlo», dijo Tai, durante un breve descanso entre el entrenamiento de batalla cuerpo a cuerpo y la práctica de armas de fuego.
«No soy la persona más grande. No soy tan fuerte como algunos de estos chicos. Pero siempre que tengas perseverancia porque se hace muy duro te esfuerzas y sigues adelante», señaló.
Fue justamente ver a una oficial negra en su barrio en Tampa la que le hizo pensar, aún siendo adolescente, que podía ser como ella. Se acercó a aquella ayudante de los U.S. Marshals y le preguntó cómo lo había logrado. La semilla del servicio estaba sembrada.
«Si alguien no se hubiera acercado a mí en un momento de mi juventud y me hubiera dicho: ‘Deberías hacer una prueba para el SWAT’ y yo probablemente nunca lo hubiera hecho», dijo Mike Dubravetz, jefe del equipo de SWAT en San Juan y quien ha sido agente durante 18 años.
“Que la gente vea que hay oportunidades como las que tiene Tai, simplemente abre las puertas a personas que tal vez no sepan que esas oportunidades existen», destacó Dubravetz.
«No hay garantías de éxito, pero ella ha estado dispuesta a afrontarlo», dijo el jefe de SWAT local.
«Estoy impresionado con su actuación. No habría superado el proceso de selección si no hubiera demostrado que tiene lo necesario para triunfar».
«Definitivamente estoy agradecida por todas las mujeres negras que me precedieron en el FBI», dijo Tai, pensando en Sylvia E. Mathis y Linda Berry, las primeras agentes negras del FBI en 1976.
Tai fue enviada en mayo a una misión temporal en la ciudad de Oklahoma donde ha habido un aumento de casos criminales severos. Volverá a San Juan a finales de este año y se unirá a un grupo de seleccionados para una nueva fase de entrenamiento.