Policiaca
Teorizan que los asesinos de 5 jovenes pueden ser parte de una ganga que comete “carjackings” en el sur.

El doble asesinato de las adolescentes Tanaisha Michel de Jesús Curet, de 15 años de edad, y Nahia Paola Ramos López, de 13 años, que desaparecieron de su hogar en la comunidad Las 500, en Arroyo, y cuyos cadáveres baleados fueron hallados a las 4:40 de la madrugada de ayer en Piñones, está relacionada con la tercera masacre del año, en la que dos adolescentes de 14 y 15 años de edad, junto a un joven adulto, fueron acribillados a balazos en la madrugada del mismo día en el barrio Martín González, en Carolina concluyó la uniformada.
Tanaisha Michel, estudiante de décimo grado del colegio Christian Fountain, en Guayama, estaba en la noche del lunes en su casa con su amiga Nahia, de 13 años de edad. Los familiares pensaron que se habían acostado a las 10:00 de la noche del lunes.
Esperaron a que sus familiares estuvieran dormidos y huyerón abordando una guagua Toyota Tacoma modelo del 2018 color naranja, con sus tres amigos, dos menores como ellas y uno mayor de 18 años, oriundo de Río Grande, que llevaba algún tiempo viviendo en Arroyo.
Cuando Maribel Curet, mamá de Tanaisha Michel se levantó en la mañana de ayer, no las encontró. Comenzaron a llamar a los teléfonos celulares de las menores y uno de ellos lo contestó un individuo que dijo que lo había encontrado debajo de un puente donde buscaba latas en Carolina, que se cree está ubicado en el sector Cambalache, del barrio Martín González, donde pasadas las 6:00 de la mañana fueron hallados los cadáveres de los tres jóvenes.
Los cadáveres baleados de las dos adolescentes fueron encontrados en el interior de una guagua Toyota Tacoma color naranja, que habían robado unos enmascarados a un comerciante en un “carjacking” el pasado domingo en la urbanización Jardines del Caribe, en Ponce.
Al agente Matos, quien realizaba un patrullaje preventivo por Piñones, le llamó la atención la guagua y cotejó la tablilla. Tenía gravamen de haber sido robada en Ponce. Al agente acercarse al vehículo, observó los cadáveres baleados de dos jovencitas.

Ayer, un equipo de agentes de la rama investigativa, bajo la dirección del coronel Roberto Rivera Miranda y la inspectora Mabel Olivera, entre otros oficiales, comenzaron a montar el rompecabezas tras el hallazgo de los cinco cadáveres en dos escenas.
Todo tiende a indicar que los tres varones fueron acribillados en el camino Campeche y las jovencitas siguieron con los asesinos, a los que se cree que todos conocían, hasta Piñones, donde las mataron con la intención de no dejar cabos sueltos.
En la investigación colaboran agentes de otras áreas policiacas, ya que no se descartaban distintas teorías, una de ellas dirigida a que los asesinos pueden ser parte de una ganga que ha estado perpetrando “carjackings” en el área sur.
En uno de los “carjackings” en Ponce usaron una joven para simular que se le había dañado el automóvil y a un gruero que se detuvo para prestarle servicio le llevaron la grúa el 8 de julio en la PR-10.
Mientras se aguarda por la confirmación de la identidad de los cadáveres, se iniciaron gestiones para ocupar las grabaciones de cámaras de seguridad en torno a las dos escenas.
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